Menuda alegría me llevo
Hace poco mi hermano adquirió su primer ordenador y después de una semana usando Windows me ha pedido que le instale GNU Linux, que ya está harto. La elección de distribución me la dejaba a mi.
Dirán que son tonterías y casualidades, pero no hay duda de que la misma sangre corre por nuestras venas. Y eso que él, de informática, nada de nada.