Conversando con Richard Stallman
La semana pasada, tras dar unas charlas en Palma, Richard Stallman vino a casa de unos amigos en Castellón. Me enteré de casualidad en la lista de Bulma (gracias Ricardo) y me puse manos a la obra para localizarlo.
Tras un día de búsqueda infructuosa finalmente fue él mismo el que me dió un número de teléfono para poder contactar y con otros dos compañeros de Aditel tuvimos la oportunidad de conocerle en un preciosa villa apartada de la civilización, casi en plena montaña, cerca de Penyeta Roja.
Suele pasar que cuando te presentan a una persona que ya conocías por fotos o por películas te llevas una desilusión ya que te esperabas otra cosa. Esta idea me rondaba por la cabeza mientras nos dirigiamos a casa de Jack, el anfitrión de Stallman, pero no quedé decepcionado. Puedo decir que incluso fue mejor de lo que yo creía, me impresionó sobremanera la ética de este hombre.
En realidad hablamos muy poco de software libre y la conversación giró más en torno a las empresas, los sindicatos y los empleados, pero aún así pasé una media hora estupenda.
La pena fue no llevar una cámara de fotos.